Por: Patricia Castellanos
Villa de Zaachila, Oaxaca. En un entorno gris entre un cumulo de desechos, aves carroñeras, y perros enfermos, en una visible pobreza, marginación y olvido, se puede vislumbrar la sonrisa de los niños que juegan por las calles de las colonias que arropan el basurero de la Villa de Zaachila en Oaxaca, quienes a pesar de su entrono difícil, encuentran alegría en pequeños detalles; hijos de gente trabajadora que ha sido olvidada por los que más tienen.
A tan solo 45 minutos de la ciudad oaxaqueña, se encuentra el basurero municipal de Zaachila, lugar donde decenas de familias de bajos recursos trabajan diariamente para obtener algún ingreso que sostenga su patrimonio, así mismo, se puede ver manadas de perros dóciles, buscando un poco de agua en el árido suelo, o algo de comida, muchos de estos animales enfermos y abandonados por sus verdaderos dueños, pero que han sido adoptados como parte de la población de este lugar y tratan de sobrevivir.
Por las tardes, decenas de aves carroñeras buscan sustento dentro de las colinas de basura, terrenos llenos de personas con enormes carencias , apartados de la sensibilidad social citadina, y apoyo gubernamental, gente que a pesar de su circunstancias toma cada día un milagro, y trata de subsistir.
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